NO ESPERES QUE ALGUIEN TE HAGA FALTA Reflexiones de vida
Dos amigas tomaban café y una dice en tono de queja:
– “Mi madre me llama a menudo para que vaya a verla.
Voy poco, y en ocasiones siento que me molesta su forma de ser. Ya sabes como son los viejos: cuentan la misma historia una y otra vez.
Además tengo muchos compromisos”.
– “Yo en cambio -responde su amiga-, hablo mucho con mi madre. Cada vez que estoy triste, voy con ella, cuando me siento sola, tengo un problema y necesito fuerza, acudo a ella y me siento mejor”.
– “Caramba… Eres mejor que yo”.
– “No lo creas, soy igual -responde con tristeza-.
Visito a mi madre en el cementerio.
Murió hace tiempo, pero mientras estuvo conmigo, pensaba lo mismo que tú.
No sabes cuánta falta me hace y cuánto la echo de menos.
Si de algo te sirve mi experiencia, valora su presencia resaltando sus virtudes y trata de hacer a un lado sus errores.
No esperes que sea tarde.
– De vuelta en el coche, iba pensando en las palabras de su amiga.
Cuando llegó a la oficina, dijo a su secretaria: – “Voy a llamar a mi madre. Por favor, no me pases llamadas y cambia mi agenda, porque el día de hoy se lo dedico a ella”.
No esperes que alguien te haga falta para darte cuenta lo importante que es..
¡El ahora es hoy!