Juega a ser feliz Reflexiones de vida
Juega a ser Feliz y dentro de poco sin duda lo serás.
Aprendamos a Bailar debajo de la lluvia durante la tormenta.
Un niño sabe reír de manera natural, ante situaciones simples, graciosas o placenteras. Un niño disfruta de pequeñas cosas como correr, jugar, cantar, ver a sus amigos, leer un cuento, comer un dulce, recibir un regalo, encontrar algo parecido a un juguete, columpiarse, bañarse en el mar, ver el sol, oler las flores, acariciar una mascota.
Un niño aprende rápido, porque está ávido de todo lo que lo rodea y ansioso por saber. No cree que lo sabe todo ni se preocupa por su propio ego. Un niño no hace preguntas complicadas, sino que de manera natural quiere saberlo todo y, con inocencia, hace las preguntas más básicas de la existencia. Todo lo cree, y no necesita explicaciones complejas para quedar satisfecho.
Un niño, cuando es lastimado, perdona rápidamente. Y olvida. No pierde el tiempo en resentimiento, sino que deja de llorar fácilmente y vuelve a sus juegos en unas horas. Un niño se adapta fácilmente al cambio, por más extremo que éste sea; se adapta a las circunstancias con pocas quejas y tiene la capacidad de ser feliz en ellas.
Un niño ríe mucho más de lo que llora y disfruta más de lo que se queja. Un niño tiene una magia en la voz, un brillo en la mirada, y su apariencia se renueva cada día. Un niño busca de manera incansable, y se maravilla con cada descubrimiento. Quiere siempre experimentar y su curiosidad está tan viva como su energía. El niño se cansa sólo cuando su cuerpo físico se agota, pero su espíritu nunca. Se levanta muy temprano y busca la diversión, no se apaga fácilmente.
Los adultos solemos quejarnos, estar insatisfechos, tener amargura, guardar resentimiento, sonreír poco y estresarnos mucho, jugar poco y trabajar demasiado, sentirnos agotados, dejar de sorprendernos, abandonar los intentos y desanimarnos con facilidad ante las nuevas circunstancias.
Así es que conservemos la
Capacidad de aprender de explorar,
De vivir y experimentar nuestra vida con alma de niños.
Yamile Blanche