EJERCICIO PARA SANAR TU NIÑO INTERIOR (LOUISE HAY) Reflexiones de vida
Somos muchos los que llevamos dentro un niño perdido y solitario que se siente tremendamente rechazado.
Quizás el único contacto que hayamos mantenido durante largo tiempo con nuestro niño interior haya consistido en reñirlo y criticarlo.
¡Y después no entendemos por qué somos desdichados! No podemos rechazar una parte de nosotros mismos y seguir manteniendo nuestra armonía interior.
El proceso de sanar incluye el hecho de volver a unir todas las partes de nosotros mismos para poder alcanzar la plenitud. Hagamos algunos trabajos que nos permitan conectar con esas partes nuestras que hemos descuidado.
La técnica de la fotografía para sanar al niño interior
Busca una foto de ti mismo cuando eras niño.
Sí no tienes ninguna, pídela a tus padres. Estudia cuidadosamente esa imagen. ¿Qué ves? Puede ser alegría, dolor, sufrimiento, enojo o miedo.
¿Amas a ese niño? ¿Puedes relacionarte con él? Yo busqué una foto de cuando tenía cinco años y la hice ampliar a un tamaño de 12 por 15, para poder ver de verdad a mi niña.
Escribe algunas palabras sobre tu niño interior.
Dibújalo
Utiliza lápices al pastel, rotuladores o simples lápices de colores. Puedes usar el espacio en blanco del manual de trabajo o buscar una hoja de papel más grande.
Usa tu mano no dominante (la que no utilizas para escribir) y haz un dibujo de tí cuando eras niño.
¿Qué te dice esa imagen? ¿Qué colores has utilizado? ¿Qué está haciendo el niño? Describe la imagen.
Habla con tu niño interior
Ahora, tómate algún tiempo para hablar con tu niño interior. Descubre más cosas de él.
Hazle preguntas.
1. ¿Qué es lo que te gusta?
2. ¿Qué es lo que no te gusta?
3. ¿Qué es lo que te asusta?
4. ¿Cómo te sientes?
5. ¿Qué necesitas?
6. ¿Qué puedo hacer para que te sientas seguro?
7. ¿Cómo puedo hacerte feliz?
Mantén una conversación con tu niño interior. Ocúpate de esa criatura. Abrázala, quiérela y haz lo que puedas por satisfacer sus necesidades.
Asegúrate de hacerle saber que, sea lo que fuere lo que pase, tú estarás allí, siempre. Puedes empezar a crearte una niñez feliz. Es mejor hacer este ejercicio con los ojos cerrados.
Cuando tu niño interior sea feliz, recuperarás la prosperidad al 100% de nuevo y tu vida florecerá. Acuérdate de cuidarle siempre.
Fuente:
El niño interior ( LIBRO) Louise L. Hay
¿Qué ocurre tras sanar al niño interior?
La técnica de la fotografía no es más que otra estrategia psicológica más, de tipo emocional o experiencial, que empleamos en terapia. Es un medio para llegar a un fin pero no es el fin en sí mismo.
Para conseguir llegar a la sanación del niño, es necesario que en su día a día el paciente mantenga todo el amor, afecto y atención que ha prometido darle a ese niño. Para ello, puede anotarlo en forma de frases justo detrás de la fotografía. Por ejemplo, puede apuntar: “No dejaré que vuelvan a tratarte así, te cuidaré”.
Estas frases, no deben quedarse ahí, si no que tienen que aflorar en forma de conductas y compromiso. Para ello, las técnicas conductuales son herramientas valiosas. Una vez que el paciente sana a su niño interior, comienza a vivir una vida más libre y plena. Deja de buscar seguridad en el entorno para asentar los pilares en su interior. Empieza a abrazarse a sí mismo, a quererse de forma incondicional.