UN MATRIMONIO ROTO (EL ATAUD)
El año pasado mi esposa y yo atravesamos una situación muy difícil, ella perdió a nuestro bebé y las cosas se pusieron muy difíciles, me casé enamorado pero con el paso del tiempo las cosas se fueron enfriando ambos perdimos el interés, los pleitos eran diarios, ambos nos encerramos en nuestro mundo, siempre al pendiente del celular desconfiando uno del otro, era como si buscáramos una excusa para terminar todo, yo la engañaba con varias chicas de mi trabajo con las cuales coqueteaba por teléfono, ella también tenía un amante yo lo presentía, ambos custodiábamos nuestros teléfonos como si de ello dependiera nuestra vida y créanme cuando les digo que eso no es vida.
La incertidumbre de dejarnos, o el mismo miedo al fracaso nos mantenían aferrados a un matrimonio muerto, lleno de excusas, siempre haciéndonos las víctimas ante nuestros amigos y la historia siempre terminaba en empate. Era insoportable estar con ella nos habíamos perdido el respeto, nada la complacía y la verdad a mí me daba igual su vida, nuestros amigos nos aconsejaban el divorcio y pues era un tema que tratábamos de evitar, supongo que el miedo al fracaso por parte de ambos no permitía dar el primer paso.
Por fin una tarde después de una seria discusión de como repartiríamos los bienes (hasta el perro nos peleamos) decidimos ir al juzgado para arreglar el divorcio, entonces nos atendió una trabajadora social, era muy amable y nos preguntó los motivos por los cuales nos queríamos divorciar, ella escucho atenta todos nuestros problemas, sin darle el gane a nadie y entones nos dijo: en mi opinión su matrimonio necesita ayuda deberían intentar una terapia, que les parece si se dan la oportunidad tenemos un terapeuta muy reconocido, que les aseguro después de su tratamiento podrán decidir claramente si quieren separarse, yo me encogí de hombros me daba igual y ella solo bajo la mirada y dijo: ¡está bien! la trabajadora social nos dijo: bien esperen al terapeuta en su casa el Domingo a medio día.
Nos fuimos a casa ella se encerró en la cocina , yo prendí el televisor de pronto sonó el teléfono (era el terapeuta) ella se asomó dudosa de con quien hablaba y el terapeuta me pidió que pusiera el alta voz, entonces dijo, buenas tardes mi nombre es Danielle y es un gusto poder ayudarles, pedí el alta voz porque ambos necesito que hagan algunas preparaciones para mi llegada, el Domingo a las 7 de la mañana quiero que por favor apaguen ambos su teléfono avisen a sus familiares y amigos que lo harán para que no estén con el pendiente, lo segundo es, que necesito que me seleccionen las mejores fotografías de ustedes en el álbum familiar y por último quisiera pedirles que cada uno se describa en una carta que el otro no leerá. Era tan amable que ambos dijimos que ¡sí! Entonces dijo: solo será una semana de terapia así que por favor no desesperen, si esto no funciona daré mi consentimiento para que se agilice el divorcio, se despidió y colgó.
Esa tarde era sábado, llame a mis novias y amigos excusándome de que apagaría el celular el domingo por razones de mi terapeuta, algunos se burlaron y mis novias se reían de mi esposa por ser una estúpida que quería solucionar las cosas y en el fondo me molestaba que pensaran así de ella, ahí comprendí que el amor de una esposa es incondicional aun y cuando queda la última gota. No sé si ella hizo lo mismo, pero si noté que apagó su teléfono desde en la noche y yo hice lo mismo, entones la ví que empezó a escribir, yo solo la veía concentrada, escribió bastante, le pregunte si quiera cenar y me dijo que no, terminó la carta y se fue a dormir.
Era Común que se dormirá temprano, yo por el contrario esperé a que fuera de noche y me senté a escribir, hablé maravillas de mí me describí tal cual soy. Terminé mi carta y me fuí a ver televisión si les soy sincero estaba más que nunca convencido que ella estaba perdiendo un gran hombre y cada vez me parecía más absurda esta terapia.
Llegó el domingo desperté temprano el aroma a huevos en canasta me despertó, ella cocinaba desde temprano muy callada, se portó amable yo tenía la ansiedad de prender el celular pero el de ella seguía intacto así que no quería darle motivos de acusarme con el terapeuta, me senté a la mesa ella sirvió su plato y me sirvió a mí, entonces pensé que era una trampa para hacerse la victima, así que me levanté y serví el jugo y el café.
Desayunamos en silencio, ella comía y me miraba y yo evadía su vista, me ponía algo nervioso, teníamos mucho tiempo de no desayunar así, en silencio sin verla pendiente del teléfono, ella sonrió y yo no pude no reírme seguimos desayunando entonces rompió el silencio y me dijo ¿ya pensaste que fotos usaremos? Solo me encogí de hombros, pero note que se puso triste, me sentí mal como si la hubiera ofendido, tenía que repararlo y le dije después del desayuno las elegimos, ella trajo los álbumes y los puso en la mesa de centro yo me senté el sillón y ella me dijo, ahora que lo pienso jamás los habíamos visto, era verdad ahora con tanta tecnología solo estamos acostumbrados a ver fotos propias donde solo aparecía nuestra cara y nuestras fingidas muecas, entonces lo entendí, durante mucho tiempo subí fotos mías donde me veía bien, donde presumía mis tragos o los antros, una vida falsa para saciar el ansia de la envidia y el sentirme importante, sin comprender que una verdadera foto es un recuerdo de un momento, ella sacó la primera foto y sonrió sin mostrarme, entonces preguntó ¿Cuántas fotos deben ser en específico?
Yo le respondí pues solo que salgamos tú y yo (ella sonrió y volteo la foto) estabas más flaco (y yo sonreí )y tú más joven, era una foto de cuando nos conocimos, criticamos la moda, los cambios y en ella, aparecían amigos, que ya habían muerto o que teníamos tiempo sin frecuentar, la segunda foto la elegí yo era de su cumpleaños, el primero de novios, ella lucía hermosa y yo parecía tonto a su lado (sonreí) recordé lo hermosa que me parecía y lo mucho que batallé para darle un regalo. Así fuimos sacando fotografías en unas riendo en otras tristes recordamos nuestro matrimonio, nuestros amigos y el tiempo se fue volando, de pronto sonó la puerta ambos nos vimos, como si no quisiéramos que interrumpieran, una mirada que teníamos años sin darnos pero teníamos que abrir la puerta me recordó una sensación como cuando la dejaba en la puerta de su casa pero quería estar más tiempo con ella, ella camino lento como lo hacía en aquel tiempo como luchando con el tiempo y abrió la puerta, Danielle estaba ahí de pie sonriendo vestía ropa negra chamarra de piel botas negras (una ropa extraña para ser terapeuta) se sentó en el sillón y nos dijo: buenas tardes!
Esta semana seré su terapeuta, ella se sentó y yo cerca de ella, Danielle (nos miró, sonrió y pregunto) ¿tienen sus cartas? Ambos dijimos que sí él se apresuró a preguntar si teníamos té, ella le dijo que sí y el empezó a prepararlo como si fuera su casa, nos preguntó sobre nuestra casa le contamos. Como la obtuvimos como la decoramos, luego sonriendo preguntó si eran los muebles de cuando la compramos y ambos le contamos todos los cambios de la casa al paso de los años, tocó los álbum y nos preguntó ¿tienen las fotos? ella se las entregó y las ojeo rápido y sólo sacó una las demás las regreso al álbum la observó unos minutos, y después de eso nos describió como éramos cada uno y de donde veníamos, habló de nuestros defectos y virtudes sin fallar, ella me miraba asustada y yo no podía creerlo (él sonrió) y se nos quedó mirando y dijo: espero que eso que dije sea lo que dicen sus cartas (ambos en rojísimos) él sonrió y nos dijo: ya veo que no. Entre en pánico que vergüenza leer Mí carta frente a él ahora, no sé cómo sabía todo mi pasado, era como si le hubiera contado y también la conocía a ella tenía esa sensación de estar desnudo, luego se sirvió té y nos dijo: guarden su carta no voy a leerla pero la vamos a necesitar.
Se puso más cómodo y nos pidió tomarnos de las manos, y cerrar los ojos y nos dijo esta terapia durará una semana, hoy es el primer día de 5, cierren sus ojos quiero que por favor sin abrirlos sientan cada una de las líneas de sus manos, ambos empezamos a tocar nuestras manos, las mías sudaban ella tenía la piel suave, recordé sus manos como cuando éramos novios entones dijo: las manos son la parte del cuerpo que más es atacada por el tiempo pero que guarda nuestra esencia nuestros instintos, son las que nos ayudan a reconocernos ellas envuelven nuestra historia, son nuestros ojos en la oscuridad. Yo lo escuchaba atento, era verdad, tenía mucho tiempo sin sentir sus manos, Danielle entonces nos dijo, quiero que sigan haciendo esto media hora más, y al terminar prendan sus teléfonos y les avisaré la preparación de mañana y se fue en silencio.
Mi esposa no dejaba de tocar mis manos, y yo recorrí sus dedos de pronto sentí una lágrima, pero no dije nada, no iba a burlarme, ella seguía en silencio, me levanté y no resistí las ganas de darle un beso, sin abrir los ojos ella lo correspondió, tenía en mi mente su imagen el recuerdo de cuando éramos novios de cuando la dejaba en su casa y no quería alejarme, abrimos los ojos, ella se recostó en mis piernas y yo acaricié su cabello, no queríamos prender el teléfono al menos yo no pero ella sonrió y me dijo enciéndelo, y camino a la cocina, yo la detuve lo encendí y en eso llovieron mensajes, pero no los abrí ella me miró con decepción, me sentí mal y no mire el teléfono la tomé de la mano y la lleve a la sala, sonreí y le dije: esperemos la llamada ella cerró sus ojos como niña mimada tan tierna como cuando éramos novios, Daniell nos llamó y me dijo: pon el alta voz, quiero que ésta tarde durante una hora apaguen los celulares, salgan a la puerta justo a las 7 de la tarde y se abracen durante media hora, después de hacerlo se van a encerrar cada uno en una habitación y pase lo que pase no saldrán de ella hasta mañana a las 7 am (ella me miró) Daniell dijo: ah! se me olvidaba encender el teléfono después de eso es opcional y colgó.
Ella empezó a preparar comida la vi encender su teléfono pero no lo uso yo veía que los mensajes de mis novias molestas llegaban, me reclamaban, me provocaban, pero no quería responder, sentí que la terapia me abría los ojos, ella me llamó a comer sonriendo, su teléfono estaba prendido pero no sonaba así que apague el mío ella me miró sonreí y le dije: si alguien me necesita me llamará aquí a la casa, ella se fue a la cocina y yo me puse a reacomodar el álbum de pronto el aroma de mi comida favorita me hizo entrar en la cocina, ella cocinaba cantando y me senté a verla cocinar me descubrió y con mucha pena me lanzó un trapo de la cocina, comimos , mientras yo pensaba, ¿qué haría mañana que no la viera? ella trabajaba en las mañanas y yo por las tardes así que casi no podía verla, noté que ella sonreía y el que cocinara mi comida favorita me hizo ver que también ella estaba aprovechando la terapia, se dieron las 7 salimos a la puerta yo estaba nervioso algunas de mis novias vivían cerca los vecinos que nos escuchaban pelear nos verían y nos juzgarían hipócritas, estaba muy nervioso ella también podía notarlo, empezó a caer el sol ella me abrazó y yo me sentía apenado pero entonces ella cerró los ojos como buscando mi protección, sentí su calor su amor en ese abrazo, no me importó nada la abracé y la mecí entre mis brazos, los vecinos pasaban y saludaban con la mano pero entendían que era un mal momento, el aroma de su cabello era dulce tenía meses que no lo notaba, sus pechos se sientan firmes pude recordar sus curvas y que a pesar del paso del tiempo seguía ahí ese algo en su figura que me gustaba, mis manos la recorrieron detallada y lentamente, recordé como me abrazaba cuando éramos novios y como no quería dejarla así estuvimos más de una hora.
La abracé por la espalda y ella empezó a recordar cómo había cambiado el vecindario, pasamos una tarde mágica a las 9:30. Fuimos de la mano a la panadería, tomé las pinzas y jugué con ella, llevamos pan y cenamos con café, ella me daba en la boca como cuando novios, en eso sonó su teléfono ella lo tomo sin verlo y me lo dió diciendo: es Daniell responde, yo me quede boquiabierto, ¿cómo sabía que era él?
Eso quiere decir que nadie más le llamaría, si yo prendía el mío lloverían mensajes de ellas, así que lo contesté Daniell dijo: alta voz por favor, no olviden que no dormirán juntos, y quiero que mañana se den una sorpresa uno al otro , así que piensen que les gustaría recibir y ¡háganlo! porque no se verán en todo el día, ella sonrió y me dijo que le dejara la recamara y se llevó su celular (acarició mi cara y entró en silencio) yo me fuí al cuarto que sería del bebe, y me acosté ahí, encendí el teléfono y llegaron mensajes de mis novias, los leí pero sin prestar atención todos eran lo mismo te extrañe, te amo, te veo mañana, borre los mensajes, no los respondí, no dejaba de pensar en mi esposa que estaba en el otro cuarto, me sentí celoso por que sonó su teléfono, habló con alguién y le colgó rápido.
Me dió coraje y estaba por contestarle a mis novias cuando entró un mensaje de mi esposa, decía ¡hola guapo! le respondí ¿te equivocaste de numero? Y respondió al instante diciendo hoy te ví en la panadería te veías sexy, sonreí éramos los únicos ahí. Comenzamos a mensajear jugando a no conocernos increíblemente me contó cosas que no sabía de ella, no voy a negar que otras me escribían pero las ignore ella supo atraer mi atención, pasamos hablando hasta las 3 am pero sabía que ella tenía que dormir, me envió una foto de sus ojos, me enamore de nuevo y se despidió tierna.
Al siguiente día desperté pensando en todo lo de anoche( pensé) tal vez Daniell le dijo que me escribiera y pues desperté pensando en ella, pero ella trabajaba así que ya no estaba en la casa, salí del cuarto y fui a la cocina, encontré una nota con un beso, y el desayuno.
Toda la mañana pensé en ella no respondí mensajes ni nada solo quería verla y me atreví a llamarle, era la hora de su comida y pasamos todo el tiempo hablando, así se fue la mañana, Daniell me llamó y de nuevo me dijo no pueden dormir juntos, mañana cierren historias (sabes a lo que me refiero) Y colgó.
Esa tarde estaba en el trabajo cuando me llegó un mensaje de ella, ¡mi sorpresa! decía y eran fotos de ella sensual en ropa interior que dejaban mucho a la imaginación y finalizó con un beso y diciendo Daniell no me dejó dormir contigo hoy ( una carita triste)! tenía que verla! pedí permiso y compré cena para ambos un pastel de cereza y corrí a casa y esa fue mi sorpresa para ella, cenamos juntos brindamos, la besé y antes de ir al cuarto le dije: hoy mensajearé con una chica que me tiene loco ella sonrió y se fue, pásamos una buena parte de la noche hablando eróticamente, ella tenía que dormir así que la despedí y me puse a pensar en como terminar con las demás.
Al siguiente día en la mañana tenia de nuevo el desayuno y su ropa interior en la chapa de mi puerta, Daniell me llamó y me dijo: cierra historias y escribe una lista de todas ellas y el por qué es más importante tu esposa y colgó. Hice mi lista y me dí cuenta que todo lo que ellas me daban lo tenía en casa pero no lo había descubierto, guarde la lista pero también me pregunté si ella pensaría lo mismo. Llamé a todas y las terminé, ellas, lloraban, amenazaban pero la verdad no sentí nada, faltaban dos días de terapia y yo ya me sentía enamorado de mi esposa, en la noche llegué tarde (no la ví) no nos llamamos, creo que ambos entendimos que necesitábamos dejar ir todo, me dejó cena y estaba dormida (la extrañé mucho) revisé muchas veces el celular para ver si estaba en línea pero no.
Pensé tanto en ella que le escribí algo, al principio me sentí ridículo pero pensé puedo culpar a la terapia y se lo dejé bajo la puerta y me fui a dormir.
En la mañana al abrir la puerta estaba llena de recaditos románticos, me sentí lleno de vida entones llamó Daniell y me dijo: quiero que escribas una carta de despedida para ella porque mañana viernes hay posibilidades de perderla y no quiero que se hablen hasta el viernes por la tarde que yo los vea necesito que te salgas temprano para cerrar la terapia. Me sentí triste, inmediatamente escribí, me despedí, le pedí perdón por todo lo que le hice, le dije cuanto la amaba y le prometí que si no la perdía seria el amor de mi vida, cerré mi carta ese día no le llamé pero moría de ganas.
Llegué, ella estaba encerrada cené sólo y me fuí a la cama no podíamos escribirnos la escuché llorar, me ¿extrañaba? ¿Se despedía? Estaba desesperado pero tenía que soportar.En la mañana alguien tocó a mi puerta era Daniell, ella estaba ahí no fue a trabajar Daniell nos pidió ir al patio y ahí estaba un ataúd, Daniell lo abrió y dijo, el amor se alimenta con detalles pequeños crece y madura y cada vez es más difícil alimentarlo, si no lo hacen se muere este ataúd es su pasado quiero que dejen aquí sus cartas las que escribieron todas, aquí dejen el pasado los errores, ambos caminamos de la mano y dejamos caer todo el ataúd, Daniell le encendió fuego y nos dijo vean su pasado arder vean al demonio llevarse sus tristezas es hora de renacer enamorados, se dió la vuelta y con un tono amable dijo: ya no me necesitan, ahora ya saben cómo deben amarse.
Nos quedamos ahí viendo arder el ataúd, ella me tomó de la mano y me llevo a nuestra cama y durante toda la tarde hicimos el amor sin importarnos nada ni nadie.
Los demás días nuestro matrimonio tomó más fuerza ambos entendimos que ¡ahí! en ese ataúd murió lo malo y renació el amor, ambos queríamos darle las gracias con una botella a Daniell pero ya no nos respondió el teléfono, fuimos a preguntar por él, pero nos dijeron que nunca había trabajado ahí ningún Daniell.
Pasaron los meses, mi matrimonio estaba muy bien y ví a Daniell en un libró que decía cuentos y Relatos de Ángel Medina compré el libro y se lo regalé a mi esposa en nuestro aniversario.
FIN.
Por: Ángel Medina
(Correcciones y edición) Olga Rubio
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